JUAN IGNACIO GILLIGAN

Psicología Deportiva y Crecimiento Personal
Un mejor jugador y una mejor persona

1. Un mejor jugador y una mejor persona

Este libro ofrece valiosas lecciones para convertirse no solo en un mejor deportista, sino también en una mejor persona, integrando el crecimiento personal con el desarrollo deportivo.

Psicología del éxito para el fútbol y la vida

2. Psicología del éxito para el fútbol y la vida

Una guía práctica que aplica los principios de la psicología del deporte para alcanzar el éxito tanto en el fútbol como en la vida cotidiana.

Fortaleza mental y emocional para jóvenes deportistas

3. Fortaleza mental y emocional para jóvenes deportistas

Un recurso esencial para jóvenes atletas que buscan desarrollar la resiliencia mental y emocional necesaria para sobresalir en el deporte y superar desafíos.

Tu próxima jugada

4. Tu próxima jugada

Estrategias prácticas para tomar decisiones acertadas tanto en el terreno de juego como en la vida, ayudando a los lectores a planificar su próximo movimiento con confianza.

Edición Especial

La Masía del Sur

Revista Juvenil de Deportes y Valores

"El deporte no es solo técnica, es emoción"

En una entrevista exclusiva para nuestra revista, Juan Ignacio Gilligan, experto en inteligencia emocional aplicada al deporte, comparte sus reflexiones sobre la importancia del trabajo emocional en la formación de jóvenes deportistas.
Juan Ignacio Gilligan durante una capacitación en Monte Hermoso, Argentina
Clara M. Rojas: Muchas gracias por aceptar esta entrevista, Juan Ignacio. Tu trabajo ha ido más allá de lo académico: es fruto de años de observación directa en los vestuarios, en las prácticas, en los partidos. ¿Cómo empezó todo esto?
Juan Ignacio Gilligan: Gracias a vos por invitarme. La verdad es que todo comenzó casi por casualidad. En aquel momento, trabajaba en proyectos comunitarios vinculados a la difusión de valores, y había ganado el Premio Fundación Telefónica por una publicación sobre ese tema. Un día, un entrenador me pidió si podía hablar con un jugador que estaba teniendo dificultades para adaptarse al equipo. Fui, hablé con él, y luego me invitaron a hablar con todo el grupo. Ese fue el primer paso. No sabía que eso marcaría mi vida.
Clara: ¿Y cómo fue que pasaste de esa charla puntual a convertirte en un referente en inteligencia emocional aplicada al deporte?
Gilligan: Bueno, después de esa primera conversación, muchos otros jugadores, padres, técnicos, incluso dirigentes, empezaron a llamarme. Me di cuenta de que había un vacío enorme en el mundo del deporte: nadie enseñaba a gestionar las emociones. Los chicos llegaban a los equipos con talento físico y técnico, pero sin herramientas para manejar la frustración, la ansiedad, el miedo al error... Y todo eso afectaba su rendimiento.
"La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras emociones, tanto propias como ajenas. En el deporte, esto es fundamental."
Clara: ¿Qué entendés por inteligencia emocional en el contexto deportivo?
Gilligan: Para mí, la inteligencia emocional (IE) es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras emociones, tanto propias como ajenas. En el deporte, esto es fundamental. Un jugador puede tener todas las habilidades técnicas del mundo, pero si no sabe controlar la ansiedad antes de un partido, si no puede superar un gol fallado, si no logra comunicarse bien con sus compañeros... todo eso termina afectando su desempeño.
La IE se compone de cinco dimensiones clave: autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales. Trabajamos con estas herramientas constantemente, porque son las que permiten a los deportistas alcanzar su máximo potencial.
Clara: Hablabas de la frustración, de la ansiedad... ¿Cuáles son algunas de las emociones más recurrentes que ves en los vestuarios?
Gilligan: Las principales son el miedo al fracaso, la presión externa (de hinchas, prensa, familia), la soledad interna —muchos jugadores sienten que están solos ante ciertas situaciones—, y también la falta de autoconfianza. Pero hay algo interesante: muchas veces, estos sentimientos no salen a la luz hasta que alguien les da permiso para hablarlos. Por eso creo que es tan importante crear espacios seguros donde puedan expresarse.
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Clara: ¿Cómo construís esos espacios?
Gilligan: Con herramientas muy prácticas. Usamos películas como recurso, como El guerrero pacífico, Coach Carter o Jerry Maguire. También llevamos diarios personales, hacemos ejercicios de visualización positiva, y sobre todo, creamos momentos de reflexión colectiva. Creo firmemente que el deporte y la vida no están separados: son una misma experiencia. Mejorás en uno y mejorás en el otro.
Clara: ¿Nos podés contar un ejemplo concreto de cómo la inteligencia emocional ayudó a un jugador?
Gilligan: Claro. Uno de los casos que más impacto me dejó fue el de Andrés Iniesta. Cuando se lesionó antes del Mundial de Sudáfrica 2010, muchos pensaban que no llegaría. Pero él usó la visualización positiva: se imaginaba marcando el gol de la final, jugando bien, ayudando al equipo. Esa imagen mental lo mantuvo motivado durante la recuperación. Y llegó al Mundial y marcó ese gol histórico contra Holanda. Es un ejemplo claro de cómo las emociones pueden ser aliadas si se trabajan bien.
"Mi sueño es que la inteligencia emocional sea parte integral de cualquier programa formativo deportivo. Desde las divisiones juveniles hasta los primeros equipos."
Clara: ¿Y qué pasa con quienes no tienen esas herramientas? ¿Cómo los ves afectados?
Gilligan: Muchos deportistas intentan resolver sus conflictos emocionales a base de ensayo y error. Algunos lo logran, otros no. Pero hay un costo: mayor riesgo de lesiones, menor rendimiento, menos disfrute. He conocido muchos jóvenes que abandonan el deporte no por falta de talento, sino por agotamiento emocional. Eso me motiva aún más a seguir trabajando en este campo.
Clara: ¿Cuál es tu visión a largo plazo?
Gilligan: Mi sueño es que la inteligencia emocional sea parte integral de cualquier programa formativo deportivo. Desde las divisiones juveniles hasta los primeros equipos. Quiero seguir formando no solo buenos jugadores, sino mejores personas. Personas capaces de liderar, escuchar, manejar la adversidad, conectar consigo mismos y con los demás. Porque el deporte no es solo competencia: es transformación.
Clara: ¿Cómo definirías tu metodología?
Gilligan: Diría que es humanista, empática y práctica. No soy psicólogo ni terapeuta; soy alguien que aprendió desde la comunidad, la calle y los vestuarios. Mi enfoque es facilitar procesos de autoconocimiento, usando herramientas accesibles: cine, libros, diarios, conversaciones profundas. Todo esto combinado con la acción, con el juego real.
Clara: ¿Hay resistencias en el ambiente del fútbol o del deporte profesional?
Gilligan: Sí, las hay. Muchos siguen viendo esto como "algo blando", como si fuera una pérdida de tiempo frente al entrenamiento físico o táctico. Pero cada vez más entrenadores y dirigentes entienden que si no trabajamos con la mente y el corazón, no estaremos apoyando el desarrollo completo del deportista. Hace poco, un director técnico me dijo: "No puedo pedirle a un chico que dé el alma si no sé cómo se siente".
Clara: ¿Qué consejo le darías a un joven deportista que quiere rendir al máximo?
Gilligan: Que nunca subestime lo que siente. Que aprenda a mirar hacia adentro. Que se pregunte: ¿qué me pasa hoy? ¿Por qué reacciono así ante el error? ¿Cómo me comunico con mis compañeros? ¿Cómo manejo la presión? Porque si no trabajás eso, tarde o temprano te va a frenar. Y no es cuestión de fuerza de voluntad, es cuestión de herramientas.
Clara: ¿Y a los entrenadores?
Gilligan: Que no vean solo el resultado inmediato. Que se pregunten cómo están los jugadores por dentro. Que dediquen minutos de la práctica a revisar cómo se sintieron, cómo respondieron al estrés, cómo se relacionan entre sí. Porque si no cuidamos la salud emocional del equipo, difícilmente tengamos un equipo fuerte.
Clara: Para cerrar, ¿qué mensaje le dejarías a los lectores de La Masía del Sur?
Gilligan: Cuando el deporte se convierte en un espacio para trabajar el autodominio, la comunicación efectiva, la inteligencia emocional y las habilidades sociales, estamos formando mucho más que atletas: estamos formando personas preparadas para la vida. Porque el éxito real se construye de adentro hacia afuera. La copa es solo el reflejo externo de una conquista interior.
Clara: Muchas gracias, Juan Ignacio. Ha sido un placer compartir esta conversación contigo.

Gilligan: Gracias a vos. Siempre es un honor poder hablar del deporte como espacio de transformación humana.
Juan Ignacio Gilligan

Sobre el autor

Líder en Gestión de Equipos y experto en desarrollo personal, con más de 40 obras publicadas, Juan Ignacio ha desarrollado además diversos programas formativos, entre ellos: "Escuela de Campeones", "¡Vamos a emprender!", "Un mejor jugador y una mejor persona". Su dedicación y compromiso le valieron el Premio Fundación Telefónica.